domingo, 6 de noviembre de 2011

SER FELIZ 3


De los ensayos anteriores sobre este importante tema de ser feliz, se desprenden rápidamente dos cuestiones.

La primera es que el sistema económico capitalista, tiene como sustento, un principio que es exactamente lo contrario a estar conforme, ya que para funcionar bien, el sistema capitalista necesita que la gente tenga infinitos deseos, y cuanto más insatisfecha esté, mejor. También es el principio de casi toda la publicidad, crear la necesidad de tener esto o lo otro. Suele jugar con un tema que sería lo anti-espiritual: “si no tienes esto, no eres “. La base de lo espiritual es simplemente ser, ser lo que somos en nuestro fondo más puro, amor-energía-sabiduría, y no se preocupa por hacer o tener. Uno puede estar bien en este sistema capitalista, teniendo el criterio de lo que son realmente necesidades y de lo que es consumismo. Sabiendo poner un límite a las necesidades e ignorando la publicidad que pretende lo contrario. La gente que vive más feliz dentro del sistema económico capitalista, es la que tiene una lista de necesidades poco ostentosa, una vida bastante sencilla, y gana bien, pero sin vender su vida al trabajo.

Y la segunda cuestión es que lo espiritual, es uno de los aspectos del  hombre, creo que es la base fundamental que no debe perderse nunca, pero es solo uno de los aspectos. Luego está el aspecto intelectual y profesional, el aspecto creativo, el emocional o afectivo, el cuerpo físico, lo social. Todos son aspectos del ser humano que necesitan nuestra atención, y que uno debe saber equilibrar siempre. Si nos apoyamos solo en un aspecto, es como apoyar una construcción sobre una sola columna. Por ejemplo, si nos apoyamos enteramente en lo espiritual, posiblemente no hagamos nada y nos dediquemos todo el día a mirar el cielo, y si nos dedicamos enteramente a lo intelectual y profesional, estaremos trabajando todo el tiempo, sufriendo de un estrés terrible, y camino al infarto. Estos extremos es lo que se solía ver como diferencia entre oriente y occidente. Hoy, lo ideal sería un equilibrio entre todos los aspectos, que se integren lo mejor posible. Por ejemplo, podemos tener proyectos, y mantener nuestra felicidad, porque estamos expresando nuestro potencial. Lo poco espiritual sería tener proyectos y sufrir porque todavía no logramos los objetivos.

La vida plena, será siempre llevar una armonía entre todos los aspectos, disfrutar de una danza en la que siempre estamos concientes de nuestro centro de paz y amor.

Daniel Ilari - 2008

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