Invitaron a los papis del jardín de mi hijo Matías ( 4 añitos ) a que vayamos a contar un cuento o a cantar una canción. No era en un horario muy adecuado, la mayoría de los padres, a las 17.30 hs. dentro del horario comercial, están ocupados.
Llegué a mi oficina a las 16.30 horas y no me dediqué a mi trabajo, no, solo atendí dos llamadas telefónicas, me puse a preparar lo que debía llevar para contar mi historia. Yo investigo en química aplicada a las plantas, así que dispongo de un pequeño laboratorio y sustancias químicas. Preparé dos vasos de vidrio con agua y colorantes indicadores de la acidez. ( pH ). Uno de ellos es incoloro en un nivel de acidez normal del agua, pero cambia a rosa cuando el agua se vuelve alcalina ( lo contrario a la acidez ), y el otro que es amarillento con la acidez normal y vira de color a azul cuando el agua se vuelve alcalina. Además preparé un frasco gotero, con una solución alcalina, incolora, al que le había pintado una boquita y dos ojitos.
Voy al jardín, y sólo éramos cuatro papis, 3 mamás y yo ( luego vino otro papá ). Bueno, les fui haciendo toda la intriga a los chiquitos mientras tomábamos el té. Que les iba a contar el cuento de “Juancito”, y les mostraba el frasquito “Juancito “, que era una historia buenísima, etc.etc. Luego del té, hicimos una ronda y ellos cantaron unas canciones. Cuando me tocó el turno de contar mi historia, les dije:
"Juancito era un chico muy bueno, fue a un país que no tenía color, y el quería que fuera color rosa. Entonces Juancito tiró una gotita (y tiraba una gotita de frasquito “Juancito” en el vaso con agua y colorante, pero como una sola gotita de la solución alcalina no alcanza para variar el color del colorante, nada sucedía ), y Juancito no podía volver a todo el país rosa. Pero siguió tirando gotitas, hasta que de pronto … ( al caer unas diez gotitas, el colorante ya viraba de color ) todo el país fue rosa. Luego viajó a otro país que era color pichín (eso les daba mucha risa; era agua con el otro colorante), y como a Juancito no le gustaba ese color, empezó a tirar gotitas y parecía que no pasaba nada, y siguió tirando gotitas, y parecía que no pasaba nada, hasta que un buen día ( la solución se vuelve azul oscuro), el país fue de un color hermoso, gracias a las gotitas que tiraba Juancito”. Le inventé un final feliz: “ el país rosa se casó con el país azul y tuvieron muchos hijitos y a Juancito lo invitaron a la fiesta “.
Los chicos estaban maravillados, y decían: " ¡ eso es un cuento ! " .
Daniel Ilari - 1999
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