jueves, 17 de noviembre de 2011

LA ENERGIA QUE DISPONEMOS


Vamos a ver el aspecto energía en nosotros. La energía se manifiesta en nosotros, no sólo a través de la fuerza física, sino de muchas e importantes cualidades interiores: la perseverancia, la voluntad, la capacidad de esfuerzo que tenemos disponible.
Si analizamos el universo viendo todo como distintas manifestaciones de la Energía, podemos intuir que nosotros mismos somos también una manifestación de la Energía. Y esa Energía está en nuestro interior con todo un potencial ilimitado. Antonio Blay proponía el siguiente ejercicio: imaginarse escenas de tremenda energía, como el interior de una estrella, un volcán, una catarata o el mar, y sentir esa energía, y darse cuenta de que esa energía que estamos sintiendo la tenemos dentro, que la imagen era sólo un estímulo para percibir esa energía interior. Al ver a un deportista, por ejemplo, uno se maravilla por la energía que pone, por la destreza que tiene, y eso también lo percibimos desde nuestro interior, y es nuestra energía la que sentimos cuando nos estremecemos por la energía del deportista que sea.
Ahora, podemos disponer de esa energía interior, en la medida que reconozcamos que la tenemos dentro, y en la medida de que nos demos cuenta que somos nosotros mismos los que le ponemos límites, somos nosotros mismos los que no la dejamos expresar en todo su esplendor. Estamos acostumbrados a poner poca energía en juego y nos creemos que esa es toda la que disponemos. Es bien sabido que el ser humano en situaciones extremas puede dar muchísimo más de lo habitual, cuando tiene que realizar un esfuerzo desacostumbrado, cuando ocurre un accidente y tiene que sobrevivir o salvar a alguien que ama. Es común que en los mitos y leyendas, los héroes hayan estado sometidos durante un buen tiempo a esfuerzos sobrehumanos, porque eran esclavos, por ejemplo, y los hacían trabajar 20 horas diarias,  atados a un molino de piedra, y de esa situación sale el héroe, y es creíble, porque el estar sometido a semejante esfuerzo, si bien parece una tortura, ha desarrollado su capacidad de disponer energía.
Cuando debemos realizar tareas que parecen imposibles, cuando debemos realizar un esfuerzo al que no estábamos habituados. tomamos conciencia de que tenemos más energía de la que pensábamos.
Para poder expresar mejor nuestra energía la única forma que tenemos es dando nuestro mejor esfuerzo, dando mucho más de lo que pensamos que podemos dar, poner en juego toda nuestra voluntad y nuestra perseverancia.  Expresando así nuestra energía, iremos dándole más permiso a toda la capacidad interior de energía que tenemos disponible y que, muchas veces, no la podemos ver.

Daniel Ilari - 2001

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