miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL CAMINO INTERIOR


Hay una expresión obvia de nuestro ser en el exterior, las cosas que hacemos, los logros que vamos logrando, sean económicos, deportivos, culturales, etc.. Eso es relativamente fácil de ver. Es lo que llaman “el éxito”. La persona que es popular por lo que hace, que gana dinero, que tiene casa linda, auto lindo, mujer linda, hijos, perro, etc.
Cuando se conocen dos personas, es frecuente la pregunta ¿ que hacés ?. Incluso en occidente nos cuesta mucho ver a las llamadas “personas espirituales” fuera del contexto de lo que hacen. Por ejemplo vemos muy bien lo que hizo la Madre Teresa, todo su trabajo de solidaridad. Y nos parece una completa inutilidad lo que hace un meditador, que no hace nada, realmente, está en su ermita meditando en el Himalaya.

Daniel Ilari - 2001

Hay todo un camino interior que tenemos que empezar a reconocer. Un camino interior que tiene distintas profundidades. Podemos empezar desde nuestro cuerpo, el cuidado de nuestro cuerpo y nuestra salud, e ir perfeccionando cada día eso, a nuestra mente, lo que aprendemos, lo que sabemos, lo que nos cultivamos sea aprendiendo solos o con un maestro, un libro, un curso. Y si seguimos profundizando llegamos a las puertas del camino espiritual, la conciencia. La conciencia es darse cuenta, estar atento. Darse cuenta de lo que sentimos, de lo que somos, de todo el universo interior. Aquí más que pensar en desarrollar algo, se trata de ver todo lo que tenemos en nuestro interior, desde lo más primitivo hasta lo más puro, es un tomar conciencia de lo que somos.

Mi maestro de meditación me decía: “no importa tanto lo que hacés, sino lo que sos”.

El logro espiritual, si se puede llamar así, es tener plena conciencia de lo que uno es, porque. si bien está lo primitivo en nuestro inconciente, también está la fuente infinita de Amor, Energía y Sabiduria. Poder contactarse con nuestra Esencia, ese sería el camino interior.


Bien, ahora fíjense en lo sutil de la trampa. Yo escribí: “aquí se trata de ver todo lo que tenemos en nuestro interior “. Y sigue siendo el camino del hemisferio izquierdo del cerebro, que piensa: “ahora tengo que hacer esto, y ahora tratar esto, y ahora esto...”. Eso lo aplica en lo exterior, pero cuando queremos entrar en lo interior, también sigue actuando de la misma manera. Porque piensa: “ahora tengo que hacer esto en lo interior, y tratar esto y lograr esto...”. Pero en lo interior, no hay que hacer nada, eso es lo difícil de entender. Sólo nos relajamos y somos, nos contactamos con nuestro ser, sin esfuerzos, sin hacer nada.

Dicen los maestros: “hay que hacer un esfuerzo para no hacer nada”.

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