miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA FIDELIDAD


      La fidelidad empieza por casa.  ¿Somos fieles a nuestra esencia más profunda, a lo que sentimos, a lo que creemos, a lo que pensamos? ¿O nos dejamos llevar por los modelos, por lo que piensan los demás, por lo que nos han educado, por lo que esperan de nosotros? ¿O nos dejamos llevar por lo que nos conviene, por lo fácil?

      El entorno social, tiene, tal vez inconcientemente, la imagen que pretende de nosotros y, de alguna manera, nos encausa, y a veces, nos encasilla, y quién más, quién menos, empieza a actuar según esos parámetros. Y el tema es que nos olvidamos de ser fieles a lo que sentimos y pensamos y somos nosotros mismos.

     Y ser fiel a uno mismo es la cosa más importante. Porque nosotros estamos las 24 horas con nosotros mismos. El poeta y músico italiano Sergio Endrigo, en una de sus canciones dice: “con tantas naves que parten, ninguna puede llevarte lejos de ti  ”.

     Lo terrible de la mentira es que perdemos la fidelidad con nosotros mismos.. Mentimos, y parece que es para nuestra conveniencia, parece que traicionamos al otro, pero lo más importante es que nos traicionamos nosotros mismos al no ser fieles a la verdad. Y nuestra propia mente termina creyendo la mentira, y se pierde aún más en el camino hacia la verdad interior.

     Cuando empezamos a ser fieles a nosotros mismos, hemos comenzado el camino de la libertad. Sentiremos que no reaccionamos según ningún modelo. Nuestras acciones serán inéditas, creativas, nadie las esperará, posiblemente, porque todos esperan lo habitual, y nadie tiene la valentía suficiente de ser uno mismo. Para liberarnos de los modelos que tenemos en la mente, vamos a tener que ir a cada situación de manera silenciosa, virgen, inocente y atenta. Eso nos va a dar también una  hermosa sensación de estar vivo, y de no ser un robot con respuestas automáticas y programadas. Estaremos abiertos a lo que nos ofrece cada instante, con la pureza de nuestra conciencia, que no está condicionada, como lo está la mente. Tendremos la frescura de la juventud, estaremos abiertos a todo, aprenderemos de todo, seremos impredecibles y  flexibles.  Y, tal vez ésta es la revolución que necesita el mundo para mejorar. Gente que piense y actúe libremente, fiel a su silencio interior, a su esencia más profunda.

     La persona fiel a si misma está centrada. Esto quiere decir, está mucho más pendiente de su propia conducta que de la conducta de los demás. Y parece juzgarse a sí mismo de manera más severa, porque su conducta es la que le importa más, la que está en la esfera de su responsabilidad. Los demás que se porten como quieran, pero él siempre va a actuar bien, según dicte su conciencia.
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     La persona que está centrada, que realmente siente que lo más importante es ser fiel a si misma, además, deja de priorizar tanto las circunstancias externas. Porque lo habitual es que estemos demasiado preocupados por las cómo van las cosas, cómo va la empresa, el equipo de fútbol, la política, la situación económica, etc. etc. Y no nos preocupa demasiado lo que sale de nosotros cualquiera sea la situación externa. Por ejemplo, pongamos una situación difícil, cualquiera, una crisis económica en el país. La persona que prioriza demasiado la situación externa va a estar internamente mal, en cambio la que prioriza ser fiel a si mismo, que posiblemente, esté colaborando de todas las formas con la gente necesitada, por más que la situación externa sea terrible, él va a estar bien internamente porque está actuando bien, expresando todo su amos, inteligencia y sabiduría.

Daniel Ilari - 2004

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