domingo, 14 de agosto de 2016

LO AFECTIVO Y LA ESPIRITUAL ...............Daniel Ilari/ 2005


   Leía en una revista, encuestas  sobre lo que la gente consideraba necesario para ser feliz. Por lo visto los encuestados consideraban que los dos pilares más fuertes eran: estar pleno en el terreno afectivo y en lo espiritual.

   Considero que el terreno afectivo, es fundamental para nuestro bienestar. Y creo que podemos equivocarnos o fracasar en muchos aspectos, pero en éste, no. Puedo perder una discusión, un partido de tenis, dinero, quedarme callado ante una conducta injustificada de otra persona, cualquier cosa, si es con el fin de evitar heridas en el terreno afectivo. Muchas veces, lo demás se recupera rápido, pero las heridas en lo afectivo suelen ser  marcas a fuego, que pueden dañar irremediablemente una relación.

   Pero vayamos a ese otro aspecto que es “lo espiritual”. Se escucha muchas veces que lo espiritual es tener fe, creer en Dios. Podría expresarse de otra manera para incluir a mucha gente que piensa que tener fe,  es creer en hadas: El camino de la fe comienza teniendo dudas “. Tener duda de que lo que vemos es todo lo que existe,  tener dudas sobre la vida, sobre el amor, sobre la energía, el tiempo, el universo, sobre nosotros mismos, sobre nuestra razón de ser, sobre nuestro origen y destino.

   Frecuentemente, llegan personas a lo espiritual, porque descubren que lo que   llaman éxito, y todos sus símbolos, el dinero, el placer, son momentáneos y vacíos. Y se encuentran con lo espiritual,  que, si es algo genuino, no será demasiado consuelo, será un terreno sembrado de dudas. No era el paraíso que esperaban,  lleno de certezas, de flores cayendo desde el cielo. Es adentrarnos en el misterio y lo desconocido,  y a medida que más sepamos, más humildes nos volvemos, más conscientes de nuestra ignorancia. Iremos con un corazón inocente, porque ningún conocimiento nos sirve cuando vamos hacia el misterio infinito. Algún día, posiblemente, sentiremos que ese misterio infinito, al que se le puede dar muchos nombres, amor, Dios, paz, libertad, felicidad, vida, silencio, es la base de nuestro mismo ser.

¿Y qué es, entonces,  lo que ayuda a que la persona “espiritual” sea más feliz ?  Si bien, la misma felicidad, o el mismo amor, son cosas inexplicables, no son tan difíciles de experimentar o de sentir, si dejamos abiertas las puertas de nuestro corazón.

   La expresión de esa naturaleza interior tan profunda, que podríamos llamar 
“nuestra misma esencia”, parece ser fundamental para ser feliz.   

¡ Qué misterio, ¿no? !.

 Daniel Ilari - 2005

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